Los invito a realizar un paseo virtual por el Distrito Histórico de Fredericksburg, Texas, el que visité junto a mis hijos hace algunas semanas. Para mí fue como ver un pedacito de Alemania en San Antonio el cual tiene todo el encanto de un pequeño pueblo alemán.
Este distrito está situado en el condado de Gillespie a
65 millas al noroeste de San Antonio y a 70 millas al oeste de Austin. Forma
parte del territorio conocido como Texas Hill Country, por su privilegiada
ubicación se convierte para las personas de San Antonio y de Austin en uno de
los destinos favoritos para pasear. También, ésta pequeña ciudad posee una
atracción especial, como polo turístico atrae y cautiva a muchos turistas
americanos, europeos, sobre todo, alemanes y es uno de los mejores lugares para
visitar por los amantes de la historia del país.
Fredericksburg es probablemente la más conocida de las ciudades alemanas de Texas, es además un sitio reconocido por tener muchas fincas y viveros que cultivan flores “salvajes o silvestres” para luego comercializarlas, lo que nos muestra un precioso paisaje natural.
En esta ciudad se conservan antiguas tradiciones alemanas, lo que da mucha singularidad e invita a conocerla, por lo cual sentí inquietud por saber más sobre la herencia alemana en los texanos y en particular en el sanantoniano.
Les comento en apretada síntesis que fue en los años 40
del siglo XIX, que varios alemanes formaron el grupo llamado Adelsverein, el
que tenía como objetivo proteger a los inmigrantes alemanes que
mayoritariamente eran colonos, (campesinos de la clase media), que llegaron a
Texas y poder asegurarles ahí algunas tierras.
Las migraciones alemanas de 1830 a 1900, tenían diversos
orígenes, procedían de distintas provincias y ducados, la mayoría se instalaron
en un cinturón amplio y fragmentado en la parte sur central del estado,
donde muchos se convirtieron en agricultores. Ya a mediados del siglo XIX, esta
inmigración aumentó cuando profesionales, artistas, escritores y otros
intelectuales alemanes de mediana posición económica salieron de su país por
causas políticas-sociales y comenzaron a trabajar en el campo con los texanos.
Fue así como fue creciendo la inmigración alemana en
Texas, ya que esta ciudad era considera por los alemanes como muy próspera para
asentarse.
Hoy en día esos territorios son lugares favoritos de los visitantes entre ellos se encuentran Fredericksburg, Comfort, Castroville, Boerne y New Barunfels. Los inmigrantes alemanes también se mudaron a San Antonio, como lo fue Carl Hilmar Guenther, fundador de los molinos de harina Pioneer Flour Mills hoy Guenther House, lugar favorito para almorzar junto al Rio San Antonio. De igual forma en esta época se fundó el vecindario King William por destacados comerciantes alemanes. Actualmente es un barrio residencial que se extiende a lo largo del río San Antonio conocido por ser conservadas mansiones del siglo XIX, punto de referencia artística que se han convertidos en museos, cafés, espacios de exhibición, estudios de artistas, restaurantes eclécticos, tiendas de regalos, antigüedades, piezas vintage, que tienen como mínimo 20 años de existencia y una cervecería artesanal.
Las estimaciones del último censo de Texas muestran que más de dos millones de tejanos afirman ser descendientes de alemanes y hay 82.100 alemanes (germano hablantes). En la actualidad el condado de Gillespie, con las comunidades de Fredericksburg, Harper, Stonewall y Luckenbach, New Braunfels, tienen una población de habla alemana de 2 270 personas, sobresaliendo Fredericksburg con solo ll 631 habitantes en este año.
Pero de todos estos pueblos de inmigrantes alemanes
asentados en Texas, los datos muestran que el primer pueblo y la parte más
alemana de la misma es Fredericksburg, fundado en 1946.
El primer asentamiento se llamó Friedrichsburg en honor
al Príncipe Federico de Prusia y luego se cambió por el nombre actual. Este
asentamiento alemán se conserva muy bien, sus edificios originales de la época
han sido restaurados, algunos con nuevos usos y otros mantienen su uso
original, ello le da un encanto maravilloso a Fredericksburg.
Datos que evidencian las contribuciones que hicieron los
alemanes y sus influencias en Texas:
1 - El idioma alemán de Texas es una mezcla de los
dialectos que hablaban los inmigrantes, combinados con el inglés y algunos
cambios en el lenguaje natural con el tiempo.
2 - Hermosas iglesias construidas por los alemanes, ejemplo de esto es la Iglesia Católica de Santa María de Friedrichsburg, iglesia católica de Arquitectura neogótica fundada en 1906 . Esta iglesia ha sido centro para la comunidad de Fredericksburg desde que los inmigrantes alemanes la iniciaron en 1846 y está incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
4 - La arquitectura alemana se destaca por sus detalles
estructurales, casas grandes, espaciosas, de estilo tradicional y con jardines
en la parte trasera.
De igual forma los cimientos puestos por los primeros colonos alemanes todavía están presentes hoy día, como lo es el caso del Museo Vereins Kirche en el centro de la ciudad en Fredericksburg que es una de las primeras estructuras de este asentamiento. El edificio original fue construido en 1934, luego demolido y la réplica es la que se exhibe hoy, el mismo está inscripto en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
5 - En las altas llanuras del oeste de Texas los colonos alemanes plantaron espléndidos viñedos y huertos de melocotones o duraznos, tradición que se conserva hoy día. Por ejemplo, Fredericksburg tiene reconocidas fincas que cultivan y venden melocotones en forma natural, en pasteles y mermeladas.
6 - En el arte y las costumbres, los alemanes trajeron los
árboles de Navidad y las fogatas de Pascua.
7 - Además los alemanes establecieron en Texas periódicos
y fundaron prósperos negocios algunos de los cuales existen hoy, como, por
ejemplo, las empresas Verein deutscher Einwanderer zum Schutze, la Volkswagen,
Bayer, entre otras.
8 - En la actualidad Fredericksburg es económicamente fuerte, su prosperidad viene dada por el incremento sostenido del turismo con 1,2 millones de visitantes al año, el destino más popular de Texas con decenas de fincas que se dedican al cultivo y comercialización de preciosas flores silvestres y con numerosos viñedos que cultivan uvas, bodegas que producen y venden vinos. La bodega Bell Mountain Winery es la más antigua de Fredericksburg sus primeros viñedos se plantaron en 1976.
Por tal motivo en términos generales la población de ese distrito tiene muy buen nivel económico y se dice que vivir en el mismo es caro. El último censo de Texas refiere que es Fredericksburg el que tiene el porcentaje más alto de millonarios per cápita, donde 701 hogares con más de $1 millón en activos representan casi el 6,5 % de la población del área.
El recorrido por el distrito comercial de Main Street, que
a la vez es la calle principal, se puede hacer a pie o en tranvía. Nosotros
hicimos el paseo caminando y disfrutando de esta ciudad. Esta calle tiene a
ambos lados numerosos comercios de propiedad local gestionados por alemanes,
las franquicias y las cadenas de tiendas no están permitidas en esta ciudad, lo
que le da más originalidad a la misma.
Tiene mucho valor e importancia que Fredericksburg sigue
siendo habitada por numerosos alemanes, por lo que la construcción de sus
casas, el hospedaje a visitantes, restaurantes e incluso sus tiendas tienen
completamente el sabor de un pequeño poblado germano que proporciona un
destino difícil de imitar.
El centro histórico de la ciudad está formado por 40 cuadras organizadas a ambos lados del Main Street, en las cuales se pueden observar edificios originales de la época que han sido restaurados y otros nuevos, pero todos muy bien conservados.
Hay un Centro de Información para visitantes que ofrece guías turísticas de la cuidad, entre ellas las visitas a los viñedos y bodegas de vino, a las fincas que cultivan y venden flores silvestres y a huertos de duraznos. Además de tours que visitan las afueras de la ciudad, sus lugares rocosos, grandes lagos, sitios estos para relajarse y contemplar la naturaleza.
En Main Street también se encuentran el National Museum of the Pacific War, gran edificación que ocupa casi una cuadra entera en el Distrito Histórico, que tiene varios patios, jardines, monumentos y esculturas, dedicados a contar la historia del conflicto entre Japón y Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Su tienda de suvenir tiene todo tipo de artículos históricos, relacionados con la cultura desarrollada en torno a la guerra. El edificio era el antiguo Hotel Nimitz, ahora también parte del museo destinado a la vida y obra del Almirante Nimitz así como la historia de la ciudad. Además, en la calle principal se encuentra el Pioneer Museum que cuenta la historia de los primeros inmigrantes alemanes y exhibe los artefactos del siglo XIX.
También pudimos ver numerosas tiendas que venden especies y vegetales encurtidos, semillas de flores y mermeladas caseras, además de diversas tiendas de ropa, de suvenir y boutiques. Sobresale Carol Hicks Bolton Antiquités, conjunto de tres tiendas de muebles y galerías de antigüedades con piezas muy interesantes traídas de Europa. La mayoría de estos lugares cierran alrededor de las 5:00 pm
Al seguir caminando por la calle principal, nos encontramos con una tienda llamada Havana Beef, cuyo dueño es un germano americano, el ver este nombre nos trajo gratos recuerdos. No pudimos entrar a la tienda porque estaba ya cerrada, solo vimos en sus vidrieras algunas ofertas de ropas y bisuterías caribeñas, conocimos que en la misma no se oferta ningún producto cubano.
En Main Street se encuentra el antiguo Palacio de Justicia del condado de Gillespie, que ahora se utiliza como Biblioteca Pública, el edificio tiene las características de los edificios del Renacimiento, sus techos son de tejas con la chapa de la piedra caliza del lugar el que fue inaugurado en 1882.
El actual Palacio de Justicia pasó a otro sobrio y hermoso edificio con lindos jardines. Se destaca en uno de sus jardines águilas talladas en un viejo árbol. El edificio funciona como el lugar de reunión del gobierno del condado además tiene todos los Registros Públicos del condado.
En nuestro recorrido entramos a la tienda chocolatera “Chocolat” y compramos unos exquisitos chocolates artesanales. La misma elabora sus productos mediante una técnica especial artesanal y su especialidad son bombones rellenos de “tequila rose”. Además, hay otras opciones de bombones rellenos con crema irlandesa, whisky, coñac y vino tinto.
Seguimos caminando por la calle principal y encontramos una de las 40 bodegas de vinos que tiene Fredericksburg que es el epicentro de Texas Wine Country. La mayoría de estas bodegas cultivan sus propios viñedos en la zona que ofertan tours a las mismas, tienen salas de degustación, venta de vinos, realizan periódicamente seminarios de vinicultores, muchos de los cuales han ganado premios nacionales e internacionales.
Hicimos un alto en nuestra caminata para merendar en un pequeño lugar al aire libre, en un ambiente informal y muy acogedor que invita a pasar un rato relajado en familia.
De igual forma Fredericksburg es famoso por las fincas de flores silvestres que tiene, una de las razones que atraen a miles de visitantes, la que se convierten en una atracción al aire libre. Se dice que en primavera el espectáculo de estas flores crea una alfombra colorida que supera todo lo que puedas imaginar. Aquí se encuentra Wildseed Farms, la granja de flores silvestres más grande de USA, que cultiva y vende semillas de estas flores, estando catalogadas las mismas de acuerdo con la zona del país donde se quiera plantar. En estas granjas además se venden jugos y dulces de duraznos, otra tradición popular en Texas.
Los visitantes para alojarse en esta ciudad tienen diversas opciones, pudiendo elegir entre más de 20 hoteles, no de gran tamaño y casi 1500 hostales o casas de hospedajes llamadas Bed & Breakfast, las que por lo general son propiedad de una familia o de un pequeño grupo de hosteleros. Son pequeños alojamientos familiares que brindan cama y desayuno, que han sobrevivido al paso del tiempo, ofrecen una habitación en la misma casa en la que viven los dueños, lo que la da una atmósfera más familiar al visitante.
No nos alcanzó el tiempo para visitar algunas de las atracciones turísticas de esta ciudad localizadas en las afueras de esta. Revisando en sus guías turísticas pude conocer el tour que se realiza al parque público Old Tunnel State o Cueva de Murciélagos. Este es el parque más pequeño de Texas con 16.1 acres que simboliza la persistencia y el ingenio. Aquí hay un viejo túnel ferroviario que conectaba las cercanías de Fredericksburg con San Antonio y que cesó sus operaciones en 1942 convirtiéndose en parque estatal en 2012. Actualmente este túnel es refugio de 2 a 3 millones de murciélagos, los que pueden verse en una visualización nocturna desde un área de observación que tiene este parque, abierto por las noches determinados días. Hay información disponible donde se precisan las reglas para visitar este parque, tales como: No se permiten mascotas, no fumar en los senderos o en áreas de observación, no bebidas alcohólicas, no acampar, no fogatas.
Otra atracción turística muy visitada es la Roca Gigante o Encantada, (Enchanted Rock State). Escalar la misma es una magnifica atracción turística sobre todo para jóvenes. El lugar es un parque estatal, reserva natural y maravilla de la naturaleza, que se eleva a 425 pies sobre la elevación base del parque y su punto más alto es 1,825 pies sobre el nivel del mar y la cúpula completa cubre 640 acres. Está en la frontera de los condados de Gillespie y Llano, a 18 millas al norte de Fredericksburg. La caminata hasta la cima de la roca dura 45 minutos, es una de las caminatas más singulares y moderadamente desafiantes de Texas.
Pude conocer que esta ciudad también tiene una alegre vida nocturna, permaneciendo abiertos varios bares y restaurantes que ofrecen música en vivo además del Rockbox Teatro, fundado en 2007. Este es un lugar que ofrece música en vivo y conserva con buen gusto los elementos más antiguos del edificio original al tiempo que agrega sensación de modernidad y donde se puede disfrutar de música Country y Rock 'n Roll clásico en sus diversos estilos.
De esta visita me llevo de Lección Aprendida el valioso
ejemplo que representa el distrito de Fredericksburg y el sostenido esfuerzo
que se realiza para la conservación de este asentamiento alemán.
El mismo ha contribuido a la cultura y economía texana, dada
su importancia para el desarrollo local y nacional. En esta ciudad se puede
palpar que no se permite que el progreso y el paso del tiempo la destruyan,
sino que se ha preservado y potenciado como un polo de atracción turística muy
particular.
Estas experiencias positivas podrían servir de referencia
para la optimización del Proyecto del Barrio Chino de la Habana, el cual quedó
reactivado hace poco tiempo después de arreglos en sus edificios, calles, etc.
No obstante, esto, ante todo, habría que erradicar las dificultades que en su
gestión se evidenciaron y que se comentaron oportunamente por los medios de
comunicación.
Entre estas dificultades estaban el deterioro acelerado
de su patrimonio urbano, la desarticulación de la tradicional red comercial y
de servicio, la profunda pérdida del sentido de pertenencia a la cultura china
y algunas indisciplinas sociales que ponían en peligro la herencia oriental en
la capital.
Sin embargo, hay también experiencias positivas de este
proyecto que continúan perfeccionándose y existen asociaciones chinas que
desarrollan con éxito actividades de arte, cultura, idioma y deportes chinos
que atraen a niños, jóvenes y adultos mayores de la comunidad cercana, así como
el Festival del Dragón el cual se ha mantenido.
Seria además conveniente tener en cuenta que para poder
conservar la cultura china en Cuba lo primero que hay que lograr es que en esta
zona estén radicados chinos o descendientes de los mismos.
En este momento según datos oficiales solo quedan en la
zona 50 chinos, que ya son personas muy mayores. Para lograr esto podrían
valorarse diversas vías, pero una de ellas según mi consideración es atraer
hacia este barrio a inversionistas chinos o descendientes de ellos, que puedan
abastecer las tiendas con ofertas chinas estables. Ello permitiría perpetuar
las tradiciones genuinas chinas, en cuanto a tradiciones gastronómicas, danza,
deportes, etc., de tal forma que el Barrio Chino de la Habana se convierta en un
atrayente polo turístico nacional e internacional y que pueda aportar
notablemente al presupuesto local y nacional.
Les dejo de regalo una frase para reflexionar:
¨Fredericksburg, lugar ideal para pasar unas vacaciones memorables, en el
pueblo más bonito de Texas que tiene una arquitectura para soñar¨
Gracias por la atención,
Chao, hasta pronto
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