Hace unas semanas, buscando opciones de alojamiento hotelero cercanos a la Villa El Fraile para poder pasar dos días playeros en un ambiente familiar, tranquilo y relajante, mi hijo Igor decidió por el Hotel Memories Jibacoa. Este complejo hotelero se distingue por tener una impresionante vista a la playa Arroyo Bermejo de aproximadamente 1 km de largo, recibiendo su nombre del cercano río Arroyo Bermejo, que desemboca en el mar creando un ecosistema de estuario único. Esta playa está enclavada dentro de Playa Jibacoa, región conocida por sus impresionantes paisajes naturales, exuberante vegetación, muchos arboles llamados Uva Caleta, pintorescos senderos para caminatas y áreas costeras que la convierten en un pequeño paraíso para vacacionar.
La parte occidental de Playa Arroyo Bermejo y Playa Jibacoa es utilizada principalmente por los pobladores cercanos que vacacionan fundamentalmente en los campismos del entorno como Playa Amarilla y Peñas Blancas. Los visitantes a la Playa Arroyo Bermejo, expresan que es una pintoresca playa con gran belleza natural y ambiente tranquilo, que ofrece amplios espacios para la relajación y la recreación. La suave arena blanca contra el fondo de las cristalinas aguas turquesas crea un contraste impresionante que es verdaderamente cautivador.
Aprovecho para compartirles el paseo virtual que a
través de fotos me iba dando mi nuera Baby, lo que me posibilitó disfrutar a
distancia de estas lindas vacaciones playeras de mi hijo Igor con su hermano
Ivan y Baby. Ellos disfrutaron en este complejo hotelero de momentos encantadores.
Memories Jibacoa tiene un salón recibidor grande el cual exhibe una moderna y linda arquitectura, que propicia espacios para disfrutar en un ambiente sereno y relajante, desde el cual podemos contemplar unas preciosas vistas al mar. El hotel pertenece al Grupo Cubanacán y está administrado por un grupo empresarial italiano. Se beneficia por su ubicación de un entorno que combina playa y naturaleza, que le otorgan un paraje espectacular en la costa norte de la ciudad de La Habana.
Este hotel tiene varias locaciones en su salón principal que invitan a descansar. Mis hijos Ivan, Igor y Baby aprovecharon estos agradables sitios para conversar mucho de sus rutinas diarias y de sus futuros sueños. Memories Jibacoa posee además sala de juegos, tres restaurantes con magnificas ofertas culinarias y buffet internacional, discoteca y cinco bares que de manera permanente ofrecen ricos traguitos criollos y cócteles.
Este complejo hotelero está ubicado dentro de dieciocho encantadores edificios de dos
pisos y su arquitectura recuerda una
antigua hacienda. Esto favorece que las instalaciones
estén perfectamente integradas con el paisaje natural y con la edificación
central donde se ubica la gestión administrativa del hotel.
Memories Jibacoa cuenta con 250 habitaciones, incluidas 10 suites,
a las que solo se puede acceder por escaleras del salón recibidor, muchas de las habitaciones tienen vista al mar. Las habitaciones son adecuadas para
vivir una experiencia verdaderamente inolvidable y poder tener una estancia cómoda
y placentera.
Además hay distribuidos por la playa varios ranchos para poder tomar un refrigerio a la sombra y realizar si lo desean deportes acuáticos.
Para los huéspedes el hotel cuenta además con un gimnasio, servicio de masajes, canchas de baloncesto y voleibol. Hay varias áreas de estar y esparcimiento, contando con un equipo de animación que organiza actividades durante el día en una plazoleta espaciosa, la cual tiene una preciosa vista a las montañas cercanas. Se destacan las actividades de ballet acuático y las del conjunto musical en vivo que amenizan las noches al aire libre.
Por causas de las lluvias el día de esta visita no se pudo ofrecer en esta plazoleta el espectáculo artístico programado, trasladándose la actividad cultural para la discoteca del hotel en la cual mis hijos y Baby, pasaron un buen rato y bailaron. Lo simpático de esta noche fue que Igor se embulló y pidió a los músicos que amenizaban la noche le permitieran tocar un ratico la batería, recordaba asi su etapa juvenil en La Habana.
El pintoresco alojamiento, la magnífica calidad de los servicios recibidos, la oferta de rica y abundante gastronomía y la variedad de actividades diarias, fue lo que hizo de la estancia de los míos en este hotel unas vacaciones para recordar siempre. Y para constancia de los momentos felices que juntos pasaron mis hijos y Baby, una foto que refleja la experiencia verdaderamente inolvidable que vivieron. Es evidente ademas la felicidad de haber pasado juntos estos días, aunque con sentimientos encontrados porque al dia siguiente Igor regresaba a su rutina diaria en Miami . Dejaba un pedacito de su corazón por tierras cubanas junto a su hermano Iván y Baby, quienes lo despidieron con la esperanza de volver a verse pronto.
Conversando días después nos contaba, que había quedado muy complacido con sus días de vacaciones por la Villa El Fraile y por el hotel Memories Jibacoa. ¡Son lugares perfectos para pasar unas vacaciones relajantes en familia y en un entorno tranquilo con sabor a lo cubano!!
¡Han
sido unas vacaciones para siempre recordar ¡
Gracias por la atención.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario