domingo, 15 de octubre de 2023

Articulo 13 El precioso Sunken Gardens de San Antonio: Jardin del Te Japonés.

 

Visitar este precioso jardín japonés fue un privilegio que la vida me dió, lo que realicé junto a mi hijo Roly en semanas pasadas, es un lugar para relajarse que llena de paz y energía a sus visitantes. Les cuento que fue una visita memorable.  

Este jardín tiene un diseño arquitectónico típico llamado ¨ sunken gardens¨, jardín hundido, ubicado debajo del nivel principal del suelo que lo rodea. Al no conocer este tipo de jardín investigué un poco sobre ello y recopilé algunas notas, entre ellas:  

Este tipo de jardín se levanta aprovechando una depresión natural del suelo, un antiguo basurero local o un sumidero (canal, abertura o conducto que existe en suelos y que permite el desagüe de agua natural que proviene normalmente de la lluvia, ríos, arroyos y canaliza las aguas hasta un bajante de aguas pluviales).

Tienen por lo general 5 hectáreas (12 acres).  En este terreno se realiza un diseño de jardín con la intervención de arquitectos paisajistas, lo que en muchas ciudades se cambian anualmente teniendo en cuenta las flores de temporada que proceden de plantas de viveros locales.

El primer jardín hundido fue fundado en 1902, por George Turner en el fondo de un sumidero, quien compró 4,1 acres de terreno en San Petersburgo, ciudad en la costa del golfo de Florida. Estos jardines tienen el propósito de captar y contener agua en un área determinada o dirigirla hacia otra área más baja, albergan plantas tropicales y de la región, senderos serpenteantes, colecciones de especies de plantas, flores, fuentes y complejos escultóricos, cascadas, aves reubicadas, enredaderas colgantes con flores, grandes árboles que dan sombra, etc. Estos jardines existen en numerosos países, son un verdadero paraíso botánico en medio de una bulliciosa ciudad ideal para relajarse y meditar.


La mayoría de los Sunken Gardens ofrecen programas de horticultura, eventos especiales, excursiones, espacios para bodas, quince años, graduaciones, fotos familiares, así como son un magnífico espacio para que los fotógrafos aficionados puedan tomar fotografías y vídeos. Muchos de estos jardines además desarrollan programas de membresías como forma de promoción de ventas y de atracción de visitantes al jardín. Dichos jardines son públicos, atendidos por los gobiernos de las ciudades y por grupos de voluntarios, los que se han convertido en atracción turística y comercial. Realmente parece imposible que en un hueco o sumidero en un perímetro urbano puedan crearse jardines hundidos tan preciosos.

El Sunken Gardens o Jardin del Te Japonés de San Antonio está ubicado cerca del Brackenridge Park, del Zoológico y del Jardín Botánico de esta ciudad. Actualmente este sitio es un jardín de clase mundial, incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos de USA y es uno de los jardines más hermosos de Texas. Es un jardín público, atendido por el gobierno local y es un lugar pequeño por lo que pudimos visitarlo en unas dos horas en una mañana muy calurosa de esta ciudad.

La historia del sitio se expone en la Guía de viaje de San Antonio , la cual resumo brevemente a continuación. 

El origen de Jardín del Te Japonés data del 1899, en un terreno  de 199 acres donado  a la ciudad por George Washington Brackenridge , presidente de la San Antonio Water Works Company, con la finalidad de construir un parque.

El terreno fue excavado por primera vez alrededor de 1840 por albañiles alemanes, que utilizaron la piedra caliza de fácil acceso para abastecer el mercado de la construcción. Tras hacer algunas mejoras al terreno, el parque se abrió oficialmente al público en 1901. En ese momento, todavía había una fábrica de cantera y cemento, (Alamo Cement Company), en funcionamiento al oeste del parque, la cual pocos años más tarde fue abandonada. 

Más tarde, en 1915, la señora Emma Koehler, viuda del propietario de Pearl BreweryOtto Koehler, donó a la ciudad un terreno de 11 acres. Su ubicación, a un lado de la cantera abandonada, fue un desafío para el entonces Comisionado de Parques de la Ciudad, Ray Lambert, quien más tarde encontró el diseño perfecto para unificar el complejo: un jardín japonés. Él fue quien visualizó un jardín de estilo oriental en el pozo de la cantera y el ingeniero, W.S. Delery, desarrolló los planes.

En 1918 con mano de obra proporcionada por presos de la localidad, convirtieron la cantera de la fábrica abandonada, en un hermoso parque que incluía caminos de piedrapuentes de arco de piedra, una isla en medio de un estanque de lirios y una pagoda japonesa. Muchas de las plantas que adornan este paraíso asiático fueron donadas en aquel entonces por la comunidad, el vivero local dono plantas exóticas y el gobierno local aportó un sistema de iluminación.

Se debe a la autoría del artista mexicano Dionisio Rodríguez el diseño de la puerta de la entrada del jardín, quien replicó una puerta Torii japonesa en su estilo único de construcción de concreto que imitaba la madera.

Posteriormente en un momento, la ciudad invitó a un artista local japonés-estadounidense a vivir en el lugar con su familia los que mantuvieron el lugar, abrieron el Bamboo Room, vendiendo almuerzos ligeros y té. Después de su muerte, su familia fue desalojada debido al sentimiento antijaponés durante la Segunda Guerra Mundial pasando entonces a llamarse el Jardín de Té Chino para evitar la demolición y el vandalismo del jardín de té durante esta etapa, ya que los jardines de té japoneses de muchas otras ciudades estaban siendo vandalizados.

En la década de 1960, fue llamado el Jardín Hundido Chino antes de ser re-dedicado en 1984 como el Jardín de Té Japonés, de ahí el nombre chino que aparece en la puerta entrada.

El parque ha sido remodelado en varias ocasiones para lograr su conservación, ampliándose las veredas y las colecciones de plantas exóticas, lo que ha permitido conservar muchos de los elementos históricos del jardín añadiéndosele a los mismos toques de modernidad. La historia del jardín está escrita en varios paneles, muy cerca de la entrada, este jardín está impregnado de más de un siglo de historia de San Antonio.


Al llegar a la entrada del parque encontramos la puerta frontal de los jardines, que es una réplica de una puerta torii japonesa tradicional, lo que contribuye a darle hermosura al sitio.

Accedimos al parque caminando por escaleras de piedras y pasillos estrechos que llevan al pabellón central. Desde aquí al tener diferentes niveles el parque, se pueden ver excelentes vistas, ya sea que la persona esté situada abajo en la zona hundida con mayor desnivel del piso o desde arriba dígase en el pabellón central y pasillos aledaños. Esto permite visualizar desde distintos planos de los jardines florecidos, plantas exóticas, estanque de lirios y peces koi (carpas), puentes de piedras. Sobresale la cascada de 60 pies que se convierten en un telón de fondo fotográfico impresionante para recuerdos de cumpleaños y bodas. El día de nuestra visita da la casualidad que una pareja se tomaba fotos de su boda en este lindo escenario. 



Caminando por sus senderos de piedras, encontramos numerosos árboles frondosos, espacios refrescantes, bancos para descansar y meditar, llegando a pensar que estábamos en un paraíso asiático que enamora a todos los que lo visitan.

En este bello paisaje sobresalen la Gran Pagoda japonesa ubicada cerca de la entrada del parque, es un gran pabellón al aire libre que cuenta con columnas de piedras.


El parque tiene frente a esta pagoda una cafetería (Jingu House) construida en 2011 que oferta platos de la culinaria japonesa e internacional, lugar para hacer un alto y tomar un refrigerio, Desde la entada al jardín y caminar por sus senderos observamos que el mismo está muy bien cuidado, con mucha limpieza en todas las áreas, con depósitos de basuras y bebederos de agua fría para los visitantes. 


 A la salida del parque se encuentran ruinas de edificaciones de piedras, una de ellas, la chimenea del Alamo Cement Company que produjo cemento con las piedras calizas del lugar durante 26 años en ese horno. En l920 el Comisionado de Parques de la Ciudad, Ray Lambert, continuó mejorando el jardín, y sobre la base de los antiguos hornos de cemento, se construyó un pequeño pueblo de casas. El mismo fue diseñado para ser una atracción turística al fabricar y vender artesanías mexicanas, pero no se sabe cuánto tiempo funcionó esta aldea.

La entrada a este jardín es completamente gratuita, además de que rentan espacios disponibles para eventos especiales, bodas, reuniones corporativas, entre otros. Es un paraíso asiático en San Antonio, magnifica atracción al aire libre, que inspira a conectarse con la exuberante flora y a comprender la importancia que ello tiene en nuestras vidas. 

Este precioso jardín japonés es el lugar perfecto para pasar en familia un día de excursión cerca de la naturaleza, con tranquilidad y pasear a la sombra de frondosos árboles y plantas exóticas. Sin embargo, el mismo no es un sitio adecuado para ser visitado por personas que necesitan silla de ruedas o bebes en cochecitos, porque hay muchas escaleras y solo rampas a la entrada, en el pabellón central y cafetería. Esto quiere decir que no es aún un parque inclusivo, teniendo en cuenta que hoy día las distracciones inclusive las que son al aire libre, deben garantizar la participación de todas las personas independientemente de su condición física, acoger y apoyar a personas con todo tipo de diferencias. 

Al visitar este parque, no puedo dejar de pensar la experiencia positiva que el mismo representa y es que con creatividad e inteligencia se pudo aprovechar un lugar abandonado por debajo del nivel del suelo para convertirlo en un lindo parque hundido, siendo su ubicación asequible para la mayoría de las personas.

Ojalá los gobiernos municipales de la sociedad cubana pudieran realizar en algún momento parques tipo Sunken Gardens, cosa bien distinta a un jardín botánico o un organopónico de lo que si hay experiencias importantes en Cuba. Quizás haya alguna experiencia similar al tipo de jardín hundido que yo no conozca, pero comenzando por la capital del país, donde hay numerosos espacios hundidos bien convertidos en basureros, por edificios derrumbados, etc. esta experiencia seria válida. Sería conveniente en esto darle participación a las Pymes, las que podrían garantizar la buena gestión de un restauran o cafetería en estos sitios, pudiendo convertirse estos jardines en hermosos sitios para el disfrute de la familia cubana  

Les dejo de regalo una frase para reflexionar: ¨No puedes volver atrás y cambiar el principio, pero puedes comenzar donde estas y cambiar el final¨.  C.S.Lewis

Gracias por la atención.

Chao, hasta pronto

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