1.- Mis primeras impresiones al llegar a Miami

Les comparto que en estos momentos he decidido hacer este blog porque, considero que ya pasé la mayor parte del período de adaptación a mi nuevo entorno de vida a partir que emigré y pienso que este él me puede ayudar, porque como dice un viejo proverbio: mente sana, cuerpo sano.

Durante estos meses he tratado de conocer y socializarme con la cultura y costumbres de los lugares donde he vivido, cosa nada fácil para mí que tengo muchos años de vida con un estilo diferente en la sociedad cubana. He puesto mucho de mi parte porque quisiera emprender algo nuevo que me inspire y motive a seguir viviendo por acá con buena calidad de vida.

Miro hacia el horizonte buscando respuestas que aún no tengo y quizás este blog podría, además, ayudarme en mi nueva etapa de vida en USA, partiendo de que aun con los años de ¨experiencia acumulada¨ que tengo, me siento llena de energías y quisiera sentirme útil, motivada para emprender un nuevo proyecto de vida. Necesito hacer algo diferente para que pueda ser un poquito útil a otros. Creo que no se debe estar sin hacer nada.

En este blog también compartiré algunas experiencias relativas al marketing, la comunicación y las ventas a modo de actualización de la aplicación de estas temáticas en la realidad norteamericana actual, donde prima el marketing digital. Estas temáticas siempre me interesaron, tuve la oportunidad de desarrollarlas mediante la formación académica que durante años de labor profesional realicé en Cuba, a través de la cual me sentí querida y reconocida por mis colegas y alumnos.

Yo soy ejemplo que, por lo general, los cubanos hemos demostrado tener buena capacidad de adaptación a nuevos escenarios, aunque tengamos en muchas ocasiones sentimientos encontrados al tener que separarnos de familiares, amigos y colegas queridos. Desearía con mi empeño y creatividad poder disfrutar de mi nueva etapa de vida por USA junto a mis hijos, nietos y demás familiares.

En esta oportunidad comenzaré por contarles las mejores experiencias de lo que viví y disfruté en Miami Dade, Florida, de septiembre 2022 a marzo 2023. 

La primera impresión grata que tuve fue mí llegada al aeropuerto de Miami. La línea área por la que volé, American Airlines, a mi salida de Cuba me recomendó que debía trasladarme por el aeropuerto de Miami en una silla de ruedas, para que no tuviera que caminar tanto por la extensión y complejidad de los salones del aeropuerto. Además de esto sería conveniente  para que las autoridades de Inmigración me pudieran dar una atención más rápida, teniendo en cuenta el inevitable estrés natural con el cual viajamos los emigrados.

Conocemos que el vuelo Habana - Miami dura muy poco tiempo y en esta ocasión mi viaje se realizó sin complicaciones. Ya cuando anunciaron que el avión aterrizaría en breve, alrededor de las 3 p.m. (2 de septiembre) comencé a ver por la ventanilla del avión la ciudad de Miami, la cual sería mi residencia a las pocas horas. Verdaderamente desde las alturas veía una impresionante ciudad.

Al aterrizar, les cuento que en todo momento recibí una magnifica atención de la Sra. de la línea aérea que me ayudó a trasladarme en silla de ruedas desde la salida del avión, pasando por la entrevista con el Oficial de Inmigración y la recogida del equipaje hasta llevarme al encuentro con mis familiares en el salón de espera del aeropuerto. Esta señora resultó ser una emigrada nicaragüense de muchos años de residencia en USA, que con su jovial conversación, trató en todo momento de que me mantuviera lo más serena posible en la entrevista con el oficial que me atendió.

Realmente tuve muy pocos minutos en esa entrevista, el oficial miró mis documentos y me hizo solo dos preguntas en un tono muy respetuoso y amable. Una de ellas fue quién me reclamaba y la otra, dónde iba a residir. A continuación, me acuñó mis documentos, me los devolvió y me dijo: “Sra. Alicia, Welcome to USA”.

A partir de ahí acompañada por la Sra. de la línea aérea, recogimos mi equipaje, lo que también sucedió en pocos minutos. Luego ella amablemente me pidió el teléfono de mi hijo Igor, que me esperaba, para llamarlo y decirle que todo había salido bien y que nos encaminábamos al salón de espera. Ya en esta área me esperaba mi hijo, nuera y mis nietos y después de los momentos de inmensa alegría por el encuentro tras años de no vernos, comencé a pensar que emprendía nuevos caminos en mi vida.

Créanme que cruzaron por mi mente diversos pensamientos, por una parte, sentía la añoranza de haber dejado a uno de mis hijos y nuera en Cuba, pero por otro lado, me sentía tranquila porque había sido bien acogida a mi llegada a Miami, de parte de las dos personas con las cuales cruce algunas palabras en el aeropuerto y que me ayudaron a pasar el gran susto y estrés con el cual salí de Cuba y realicé todo el viaje.

De igual forma me llamó gratamente la atención los grandes salones del aeropuerto, la buena organización y magnífica limpieza de todas las áreas incluyendo sus baños que tienen agua en la taza, en lavamanos, papel sanitario, etc., lo que da una imagen muy buena y de confort al visitante y más cuando se llega a ese aeropuerto por primera vez.

Esta fue mi primera “Lección Aprendida” al llegar a Miami, que bien puede servir de ejemplo, salvando las distancias entre los países, teniendo en cuenta la necesidad que hay de perfeccionar las actividades que realizan las autoridades en los aeropuertos cubanos, así como el orden interior y limpieza en los salones de dichas instalaciones y en particular en sus instalaciones sanitarias que por demás, deben ser gratuitas, no cobradas.

Siempre oí decir que la ciudad de Miami, como la mayoría de las ciudades de USA, tiene la fama de ser un lugar muy caro donde hay que gastar dinero para todo. Eso es cierto, pero, sin embargo, en Miami, tuve la oportunidad de visitar algunos lugares y sitios emblemáticos, acogedores y lindos, muchos de ellos gratuitos que dejaron una fuerte huella en mi memoria y de los que en próximas oportunidades les comentaré.

Les dejo de regalo una frase para reflexionar: ”Es tan hermosa la vida, que si uno no pelea para que la vida sea feliz, ¿Qué sentido tiene la vida?” José Mujica.

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Gracias por la atención y espero volver a vernos

Chao, hasta pronto